Calaveras Literarias

Maria Griselda Diaz Padilla

Griselda quedo bien fría 
mientras la huesuda la veía 
pensó en gritar y correr 
pero ya no se pudo mover 

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la tinta de la lapicera escurría 
las miradas de la parca sentía 
la muerte entonces le dijo 
me gustas para esposa de mi hijo 

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Griselda entonces pensó 
que esto que le paso 
fue por en Posta trabajar 
e insistió en renunciar 

​

un día Antonio a su hija le dijo 
necesito me ayude un hijo 
que quiera conmigo trabajar 
y el negocio de la familia cuidar 

​

porque a su padre no quiso escuchar 
y del trabajo escapar 
la calaca se la va a llevar 
aunque lo quieran evitar 

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Griselda aquí termina tu vida 
fuiste de tu padre la consentida 
en puros huesos te necesito 
en la tumba te dejo un ratito